El Estado Islámico arrasa las ruinas asirias de Namrud en Iraq
Leo con
tristeza la noticia de que, una vez más, patrimonio histórico de la humanidad
es destruido por radicalismo incomprensible. Parece increíble que esta
región fuera hace miles de años la cuna de nuestra civilización. Pasé
horas contemplando los toros alados de Mesopotamia la primera vez que
visité el British Museum y sentí una mezcla extraña de admiración por su
infinita belleza y tristeza por verlos tan fuera de su entorno. Hoy sin
embargo me alegro de que estén ahí protegidos del oscurantismo mental en el que
vive una parte de un pueblo.
Si, es muy preocupante. Los talibanes por ejemplo no eran, al menos en el inicio, unos desilustrados. Eran chicos bien educados en Harvard, La Sorbone o Cambridge que, horrorizados de la sociedad en la que tan bien habían vivido, volvieron a su país a hacer barbaridades.
ResponderEliminarQuando vi este acto barbaro, senti uma sensação de impotência. Recuámos 1000-2000 anos na história quando se destruíam cidades, não obstante os episódios recentes do Camboja e Afeganistão, porque era a maneira de fazer guerra da época. Em pleno século XXI, por mais comentários que ouço e leio, não consigo encontrar explicação para semelhante fanatismo. Mas a minha preocupação ainda é maior quanto à sua capacidade mobilizadora em algumas camadas de jovens, que à primeira vista estariam integradas nas nossas sociedades, ditas de ocidentais. Pelos vistos não fomos capazes de os mobilizar com os nossos valores de cidadania. Como, quando e quem conseguirá por fim a esta barbárie?
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